Sorpréndeme …
Busca mi corazón
cada momento
que me pienses.
Mira en mis ojos
y encuentra
en cada mirada
un mundo nuevo
de sensaciones
inabarcables
por las que te detienes.
Sorpréndeme …
Acaricia mi piel
como si de cristal fuese.
Frágil, capaz de quebrarse
y, al mismo tiempo,
como una roca de fuerte.
Pasea con tus dedos
por la orilla de mi razón
mientras dibujas
con tus sentidos
un arcoíris de ilusión.
Sorpréndeme …
Cántame con tus besos,
bésame con tu sonrisa
y ámame de forma arrogante,
con la premura de una caricia
prohibida y distante.
Pero nunca dejes
de sorprenderme.
Sorpréndeme …
A cada instante.
Mercedes Millán Salas
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